“Ughhhh ¡quiero el trabajo fabuloso de Emily!” – me dijo una de mis clientas frustrada durante una sesión que tuvimos haciendo alusión al personaje de la serie de Netflix Emily in Paris.
Spoiler alert si no has visto la serie
¿Alguna vez has sido como mi clienta aspirando a algo porque lo viste en algún medio de comunicación? Yo sí y muchas veces, desde desear el cuerpo de X modelo, las vacaciones de tal actriz, la “vida perfecta” de, el último producto de belleza… y todas esas aspiraciones basadas únicamente en lo que vemos a través de una pantalla. Como resultado de esa constante comparación cerré temporalmente mis redes sociales hace unos años (pero esa es otra historia que te compartiré otro día).
¿A quién no le gustaría estar frente a la torre Eiffel disfrutando una copa de champagne?
El punto es que, al vivir en un mundo donde el bombardeo y mercadeo de “ideales” es tan fuerte, comenzamos a normalizarlos y aceptarlos como una verdad. Es ahí donde nuestra percepción se distorsiona y nos frustramos por no conseguir esas metas impuestas que muchas veces son poco realistas y te pongo el ejemplo de Emily:
- Experiencia: Emily tiene 22 años según lo reveló la actriz que la interpreta y pensar que en un competitivo mundo laboral la única opción de la empresa es enviar a una persona que en múltiples ocasiones dice no estar calificada para suplir un puesto internacional, donde el idioma francés y la experiencia son necesarios, es casi una utopía.
- Vida perfecta: cuando de ideales se trata Emily cumple todo lo socialmente alabado; un trabajo estable y prometedor, una relación consolidada y una vida glamorosa e interesante.
- Engagement: sin contenido de valor ni pauta publicitaria incrementa sus seguidores en redes sociales exponencialmente en menos de cuatro episodios y se convierte en una especie de influencer en una de las capitales de la moda.
- Ironía: aunque Emily ha negado seguir las normas y lógicas sobre como funcionan las cosas a nivel laboral y social todo pareciera que le sale bien al final.
A pesar de disfrutar la serie y estoy esperando la siguiente temporada, es importante recordarme que Emily es un producto de la imaginación y no es justo conmigo misma estar comparando mi camino con el de ella. Así mismo, este recordatorio es para vos, tu proceso es tuyo y tu competencia sos vos.
¡Si sentís que necesitás una ayuda extra para sacar todo tu potencial no dudés en escribirme!
